Conservación de aves y lepidopteros: Una sinergia poderosa

Conservación de aves y lepidopteros: Una sinergia poderosa

Por su posición geográfica privilegiada, Panamá es un sitio en donde convergen una gran variedad de aves tanto nacionales como migratorias todo el año. Somos en este pedacito del planeta el hogar y lugar de peregrinaje para más de 1,000 especies de aves.

Nuestro istmo tropical alberga diversas aves migratorias y endémicas debido a su ubicación geográfica de puente biológico entre América del Norte, América del Sur, y los océanos Pacífico y Atlántico. Panamá alberga el 10% de las aves conocidas en el mundo, 107 especies endémicas y tiene más variedad de aves que los Estados Unidos y Canadá juntos. Además, es uno de los cinco corredores de aves migratorias del mundo.

El centro del país representa un corredor importantísimo de aves durante todo el año. Las áreas silvestres y protegidas de las provincias centrales albergan un anidamiento de aves impresionante.

En la provincia de Coclé, estudios de la Universidad de Panamá indican según inventarios ornitológicos para potenciar la observación de aves en reservas naturales e hidrológicas, estiman la diversidad y abundancia de aves dentro de estos ecosistemas.

Estas áreas protegidas y silvestres requieren un cuidado especial en sus zonas de amortiguamiento y comunidades locales para ayudar a conservar y proteger la biodiversidad existente. Coclé cuenta con las áreas protegidas del Parque Nacional de División Omar Torrijos Herrera, Monumento Natural Cerro Gaital, Reserva Hidrológica y Bosque protector del Cerro Guacamaya, Cerrezuela y muchas otras que en sus zonas de amortiguamiento y comunidades circundantes merecen un adecuado manejo ambiental.

Panamá, posee una rica variedad de especies tanto de aves como de mariposas. Estas dos clases de animales desempeñan roles importantísimos en los ecosistemas y sus poblaciones están estrechamente interconectadas.

Las aves y las mariposas mantienen una relación ecológica compleja. Las mariposas, en sus etapas larvales, sirven como  alimento para muchas especies de aves. Esta predación ayuda a controlar la población de mariposas, evitando la sobrepoblación y el daño excesivo a las plantas que las orugas consumen, ayudando así a preservar el bosque.

Además de la predación existe una relación indirecta a través de la polinización; muchas mariposas son polinizadoras y esto beneficia a las plantas que a su vez, son cruciales para la alimentación y el hábitat de las aves. Una disminución en la población de mariposas podría resultar en menos plantas polinizadas, lo que afecta negativamente la disponibilidad de recursos para las aves.

La conservación de los bosques es entonces crucial ya que la deforestación y la degradación del hábitat son factores críticos que afectan tanto a las aves como a las mariposas. La destrucción de selvas y bosques reduce el espacio disponible para la nidificación y alimentación de las aves, así como las plantas hospederas y nectáreas esenciales para las mariposas.

Desarrollando un programa de capacitación para la cría de lepidopteros, orientado a los lugareños de comunidades que se encuentran en la periferia de los bosques, ayudaría a preservar los árboles y a generar ingresos a la comunidad, reemplazando parte de la agricultura por zoocriaderos de lepidopteros los cuales requieren mucho menos espacio y promueven la conservación de los bosques circundantes.